El orden de las cosas
(2018)
Bogotá/ Galería Nueveochenta/ 2009
Un objeto nunca es solamente un objeto. Las cosas revelan siempre aquello que está oculto en su relación materia-forma: los objetos nos develan la vida atada a ellos. La construcción del sentido que develan las cosas está dada por la manera en la que las organizamos y disponemos en un espacio-tiempo específico, pero también, por el modo en el que nos revelan su naturaleza mediante los símbolos que ya vienen implícitos en ellas.
El Orden de las Cosas comenta críticamente una serie de relaciones complejas que se desenvuelven en el espacio de lo global y lo local. Las imágenes y objetos que se articulan en la sala de exposición están situados en la base de dos grandes conceptos que delinean esta narrativa: las migraciones y las relaciones económicas que mueven dichas migraciones. Es decir, las fuerzas productivas, el problema del trabajo y la construcción del sujeto abyecto: el migrante desplazado por las fuerzas económicas que lo impulsan en busca de otras posibilidades.
La muestra está pensada como un arco argumental en donde los objetos, las instalaciones y las fotografías suscitan una reflexión sobre la complejidad del panorama de los conflictos migratorios y la dimensión socioeconómica implícita en ello. Así, las obras funcionan como metáforas y analogías de las implicaciones problemáticas que conllevan ambos fenómenos. A su vez, dichos objetos se disponen como posibilidades para invitar al público a pensar críticamente al respecto.
El campo global de la economía, el trabajo, la cultura y las geografías, ordenan nuestra posición en el mundo de manera jerárquica. Dicha taxonomía social determina tanto la forma en que comprendemos nuestro mundo como la manera en la que asumimos comprender al otro, que también es un nosotros. La posición del migrante siempre estará en dependencia de las condiciones y experiencias socio culturales y económicas que lo configuran en su historia de vida. Su relación en el mundo es problemática, porque en la medida en que los flujos de capitales y mercados se expanden, tanto el territorio como la frontera se levantan como una inviabilidad para el sujeto extraño.
En este sentido, los objetos presentes en El Orden de las Cosas hablan de su naturaleza objetual, en tanto objetos-arte, pero desde esa misma naturaleza, aspiran a develar algo más. En su interpretación, estos objetos hablan sobre la idea del periplo o la travesía como un asunto que deriva de las condiciones particulares que nos plantea el capitalismo contemporáneo.
Léster Rodríguez
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In El Orden de las Cosas, images and objects are arranged with the purpose of reflecting about a series of narratives that account for the complex relationships that unfold in the space of the global and the local. The objects that the artist articulates in the exhibition, are located at the base of two great concepts that delineate this narrative: migration and the economic relations that generates it. That is, the productive workforces, the problem of labor and the construction of the abject subject: the immigrant displaced by certain economic forces that drive him to search for other possibilities.